¿Dios sigue dando revelación?
Adaptado de: The Master’s Seminary Journal, volumen 14
Extrañas profecías privadas han sido una característica notoria del movimiento carismático, profecías tales como las que han recibido Oral Roberts, Linda Fehl, Jack Hayford, Larry Lea y Kenneth Hagin. J. Rodman Williams respaldan tales experiencias, pero Edward N. Gross correctamente rechaza tales revelaciones especiales como erróneas y limita tales revelaciones a aquellas que se encuentran en la Biblia. De acuerdo con 2 Timoteo 3:16, “inspirada” significa que la Escritura es exhalada por Dios, i.e., Dios mismo está hablando. Algunos teólogos modernos como Dewey Beegel apoyan la agenda carismática enseñando que el canon de la Escritura no está cerrado y que Dios sigue dando revelaciones especiales.
Tal enseñanza de revelación progresiva, apoyada también por J. Rodman Williams y Kenneth Copeland, crea una gran confusión en la iglesia y es equivalente a la violación de las acciones de cesación bíblicas de no agregar profecías a lo que ya está escrito en sus páginas. El canon bíblico se cerró después de la escritura de Apocalipsis y fue popularmente reconocida poco después en la iglesia antigua. Judas 3 habla de –la fe que ha sido una vez dada a los santos- y advierte repetidamente contra la tolerancia de los falsos profetas. La primera iglesia aplicó pruebas de autoría, contenido y repuestas apostólicas por las iglesias para determinar cuáles libros cumplían los criterios de inspiración, resultando en una serie de libros autoritativos e inspirados de una forma única.
Dios me dijo…- ha sido un himno del movimiento carismático. Extrañas profecías privadas son proclamadas por toda clase de persona que evidentemente cree que Dios le habla. Ciertamente el más infame es la profecía de la absurda amenaza de muerte de Oral Roberts. En 1987, Roberts dijo a su audiencia nacional, que Dios había amenazado -llamarlo a casa- si no obtenía ocho millones de dólares para la fecha de vencimiento de su acreedor. Cómo y si esa amenaza hubiera sido llevada a cabo, el mundo nunca lo sabrá; Roberts recibió un alivio de último momento en la forma de un gran cheque de un dueño de un galgódromo en la Florida.
Dos años después, cuando Roberts fue forzado a cerrar su centro médico de varios millones, City of Faith basado en Tulsa, le preguntó a Dios por qué. Roberts confirma que Dios le dio una respuesta:
Dios dijo en mi espíritu – Hice que construyeras City of Faith lo suficientemente grande para cautivar la imaginación del mundo entero sobre la fusión de Mis arroyos de curación de oración y medicina. No quería esta revelación localizada en Tulsa, sin embargo. Y el tiempo ha llegado cuando quiero que este concepto de la fusión de Mis arroyos de curación sea conocido a toda persona y que sea llevada a todas las generaciones futuras-.
Tan claramente en mi espíritu como jamás lo he escuchado, el Señor me dio una impresión. – Tú y tus socios han unido la oración y la medicina para el mundo entero, para el mundo eclesiástico y para todas las generaciones- Él dijo. – Está hecho-.
Entonces pregunté – ¿Es por eso que después de ocho años tenemos que cerrar el hospital y después de 11 años la escuela médica?”
Él dijo – Sí, la misión ha sido realizada de la misma manera que después de tres años de ministerio público Mi Hijo dijo en la cruz, “Padre, se ha acabado”- (1)
Podríamos suspirar a la arrogancia de Oral Roberts, pero él no es el único carismático quien piensa que ha recibido revelación privada de Dios. La mayoría de carismáticos, en un tiempo u otro, sienten que Dios les habla de una manera específica, sea a través de una voz audible, una impresión interna, una visión, o simplemente usándolos como un vehículo para escribir una canción, componer un poema o declarar una profecía.
Linda Fehl, fundadora del rancho Rapha, vende casetes con una canción titulada “El Espíritu Santo”. Ella dice que la canción le fue dada por el Espíritu Santo cuando estuvo siendo sanada de cáncer. (2) Un editor de una editorial cristiana me dijo una vez que ha recibido presentaciones cada semana de carismáticos quienes claman que Dios los inspiró a escribir un libro, artículo, canción o poema. (3) Mi amigo editor notó que los manuscritos son muchas veces muy mal escritos, llenos de mala gramática, empañados por errores de hechos y lógicos, o llenos de poemas que o mutilan el idioma o intentan rimar pero fallan.
A menos que pienses que manipulas, excéntricos oscuros o creyentes carismáticos ingenuos, son los únicos que claman estas cosas, escucha a Jack Hayford, un autor internacionalmente conocido, ministro de medios de comunicación, y pastor de la iglesia The Church on the Way en Van Nuys, California. Hayford le dijo a Pentecostal Fellowship de Norte América, que Dios le dijo que una nueva era se aproxima:
Hayford después relató una visión en que había visto a Jesús sentado en Su trono a la diestra del Padre. En la visión de Hayford, Jesús comenzó a inclinarse hacia adelante para levantarse de su asiento. Cuando la unción fue atrapada en los pliegues de sus vestiduras, comenzó a salpicar y caer sobre la iglesia. Jesús dijo, -Estoy empezando a levantarme en preparación para mi segunda venida. Aquellos que se levanten conmigo tomaran parte de esta doble porción de unción-. (4)
Y Larry Lea, un autor y pastor carismático popular, escribió,
– Recientemente, cuando estuve en Chicago preparando para predicar, el Espíritu del Señor vino sobre mí. Él habló en mi corazón: “Te voy a decir el nombre del hombre poderoso sobre esta nación”.
Escuché intentamente.
-El hombre poderoso espiritual que estás enfrentando—el hombre poderoso demoníaco que está tomando control de esta nación—es el hombre poderoso de la codicia-.
Ciertamente no tenemos que buscar mucho para encontrar evidencia para apoyar esta Palabra del Señor. (5)
Kenneth Hagin ciertamente tiene la historia más inusual de todas. Dice que cuando era joven y aún soltero, Dios le dijo que rompiera una relación con una chica a través de una revelación indicando que ella era moralmente incapaz. ¿Cómo sucedió esto? De una manera muy inconveniente. Hagin clama que Dios milagrosamente lo transportó fuera de la iglesia un domingo, justo en medio del sermón. Lo peor de todo, ¡Hagin fue el predicador que estuvo dando el sermón! -¡De repente desaparecí! Justo en medio de mi sermón, me encontré en una calle en un pueblo pequeño quince millas de donde estuve predicando—y sabía que era un sábado por la noche. Estaba apoyado contra un edificio, y vi a esta joven caminando por la calle. Justo al momento que se acercaba hacia mí, un coche venía por la calle. El conductor se acerco hacia ella, hizo sonar la bocina y ella entró al coche. El conductor se dio la vuelta hacia la dirección opuesta y salieron del pueblo— ¡y de repente estuve sentado en el asiento de atrás!
Salieron al campo y cometieron adulterio. Y yo los observé. Aún estaba en la nube. De repente escuché el sonido de mi voz, y la nube desapareció. Estaba de tras del púlpito. No sabía que decir, porque no sabía lo que había estado diciendo, entonces solo dije, -Todos inclinen sus cabezas-, y oramos. Vi mi reloj, y…había estado fuera quince minutos en la nube.
Mientras estuve despidiéndome de la gente por la puerta, ésta joven vino conmigo. Le dije, – Te extrañamos anoche”. Ella dijo, – Si, (y dijo el nombre del pueblo pequeño). Le dije, -Si, yo sé-. (6)
Sobre la base de esa experiencia cuestionable, Hagin determina que la joven fue promiscua y asume hasta este día que ella fue culpable de adulterio. Siguió ese reporte con otro similar, donde fue trasportado de repente en un coche donde otra joven supuestamente estuvo involucrada en un problema moral. (7) Irónicamente, inmediatamente después de contar esas dos fábulas, escribe, -Deben ver amigos, que hay una línea fina entre lo fantástico y la realidad. Muchas personas erran buscando experiencias-. (8) Hagin nunca ha dado una aplicación más cierta de sus anécdotas.
¿En verdad Dios milagrosamente transportaría a Hagin a coches para que sea testigo de actos de adulterio? ¿Le habló Dios a Oral Roberts? ¿Escribiría una canción para Linda Fehl? ¿Será verdad que Jack Hayford actualmente vio a Cristo levantarse de Su asiento junto a Dios? ¿La profecía de Larry Lea será realmente una “Palabra del Señor”? ¿Los cristianos siguen recibiendo, por inspiración del Espíritu Santo, directa revelación de Dios? ¿Puede la gente de hoy—quienes escriben canciones o libros, predican o enseñan, o hacen decisiones—legítimamente clamar que están bajo divina inspiración?
Muchos carismáticos contestan diciendo “¡Sí!” Por ejemplo, J. Rodman Williams escribió: La Biblia verdaderamente ha sido un testigo compañero de la actividad presente de Dios…Si alguien tuviera una visión de Dios, de Cristo, hoy, es bueno saber que ha sucedido antes; si uno tuviera una revelación de Dios, debe saber que para los primeros cristianos la revelación ocurrió en la comunidad; si uno dice –Así dice el Señor- y se atreve a dirigirse a la congregación en primera persona—aún yendo más allá de las palabras de la Escritura—y que esto ocurría mucho tiempo atrás. ¡Qué extraño y maravilloso es! Si uno habla en la congregación del Espíritu de la Palabra de verdad, no son ni sus propios pensamientos o reflexiones (e.g., sobre un tema del día) ni simplemente alguna exposición de la Escritura, pues el Espíritu transciende las observaciones personales, aunque sean interesantes o profundas. El Espíritu como Dios viviente se mueve a través y más allá de los registros de testigos pasados, no importa qué tan valiosos sean como modelo para lo que ocurre hoy en día. (9)
¿Qué es lo que está diciendo Williams? Está diciendo que la Biblia no es nuestro recurso final para la revelación de Dios pero simplemente es un “testigo” a la revelación adicional que Dios da hoy. Williams declara que los cristianos pueden agregar a la Biblia—y que pueden aceptar las agregaciones que otros han hecho a la Escritura como norma y convencional. Cree que la Biblia es un “modelo” para lo que el Espíritu Santo está haciendo hoy en día para inspirar a los creyentes.
Ese es un punto de vista espantosamente relativista, pero está creciendo en popularidad conforme va expandiendo el movimiento carismático. Edward N. Gross, notando esta tendencia mortal en la iglesia hoy, observa:
El siglo de modelos ha llegado. Un modelo toma el lugar de la ley. Modelos son percepciones humanos de la verdad. Son tentativos y están sujetos al cambio conforme información nueva está disponible. Estos modelos están abiertos y constantemente probados. Ningún científico se atreve a declarar ahora que un modelo es la manera para explicar todo fenómeno conocido por miedo de que alguna información recién descubierta pruebe al científico como un viejo loco precipitado.
El mundo de la ciencia ha progresado del viejo enfoque (sistemas cerrados) al enfoque nuevo (sistemas abiertos)…
Si la Biblia es un sistema cerrado de verdad, sin una revelación que se ha dado a través de los profetas y apóstoles inspirados, entonces el “enfoque modelo” es una herramienta errónea y peligrosa en la hermenéutica.
No debe de haber confusión en esta área. La enseñanza ortodoxa de la cristiandad siempre ha afirmado que la revelación especial y salvadora de Dios hacia la humanidad es restringida a las enseñanzas de las Escrituras…
Este es el asunto. Si la Biblia es completa, entonces representa un sistema cerrado de la verdad. Si implica un estándar estable y absoluto de la verdad, entonces las enseñanzas de la Escritura pueden ser comprobadas y afirmadas dogmáticamente. Si Dios aún está permitiendo nueva revelación, entonces la verdad de Dios aún se está revelando progresivamente, y si este fuera el caso, nuestra tarea sería de escuchar fielmente a los profetas de hoy conforme desenredan la verdad de Dios en representaciones nuevas y más claras que lo que encontramos en la Escritura. Muy pocos creyentes realmente consideran las sutilezas de los “profetas” de hoy como un mejoramiento sobre las verdades santificadoras dadas en la Palabra. Ciertamente yo no. (10)
Ni yo. Pero la Escritura sí es un sistema cerrado de la verdad, completo, suficiente y al que no se le debe agregar nada (Apoc. 22:18-19). Contiene toda verdad espiritual que Dios intentó revelar y lo reveló.
¿Qué significa la inspiración?
Nuestra palabra inspirada se deriva de la raíz latina que significa, “respirar”. Desafortunadamente, eso no transmite el verdadero significado del término griego usado en la Escritura. Actualmente el concepto de respirar no se encuentra en 2 Timoteo 3:16 (Toda la Escritura es inspirada por Dios). Leerlo como respirar ha engañado a muchas personas sobre el significado de inspiración. Han asumido que Dios respiró una clase de vida divina en las palabras de aquellos quienes escribieron los documentos originales de la Escritura. Pero el término griego para inspiración es theopneustos, que significa “respirado por Dios”. Literalmente el versículo dice, -Toda la Escritura es respirada por Dios- eso es, la Escritura no son las palabras de hombres en los cuales Dios dio vida divina. ¡Es la misma respiración de Dios! La Escritura es Dios mismo hablando.
Esa verdad es una que muchas personas no entienden. La inspiración no significa que la Biblia contiene la revelación de Dios. No significa que gemas—joyas de la verdad revelada están ocultadas en la Escritura. No significa que los hombres escribieron la verdad de Dios en sus propias palabras. No significa que Dios solamente asistió a los escritores. Significa que las palabras de la Biblia son las palabras de Dios mismo. Cada palabra de la Escritura fue exhalada por Dios. En la zarza ardiente, Dios le dijo a Moisés, -Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar- (Éxodo 4:12). Jeremías, el profeta llorón, recibió este cargo de Dios: -y dirás todo lo que te mande…He aquí he puesto mis palabras en tu boca- (Jer. 1:7, 9). Y Dios dijo a Ezequiel, -Luego me dijo: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel…toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos…y diles- (Ezeq. 3:4, 10-11).
Un pasaje clave que describe cómo Dios habla a través de la Escritura es 2 Pedro 1:21. Literalmente dice, -Ninguna profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por Dios-. La palabra más importante es “inspirados,” que habla de ser llevado por el Espíritu Santo.
El teólogo Thomas A. Thomas recuerda que de niño jugaba en los arroyos que corrían por la ladera de la montaña cerca de su hogar.
A los niños nos gustaba jugar a los “barcos”. Nuestro “barco” era cualquier palito que encontrábamos y poníamos en el agua, y después corríamos junto al palo para seguirlo conforme iba con la corriente. Cuando el agua corría más rápido sobre las rocas el palito también se movía más rápido…en otras palabras, ese palito que nos servía como el “barco” de mi niñez fue llevado, arrastrado, y bajo el completo control y dirección del agua. Se movía conforme el agua lo movía. Así es en referencia a los escritores de las Escrituras. Fueron llevados, arrastrados, y bajo el control y la dirección del Espíritu Santo de Dios. Escribieron conforme el Espíritu los dirigía a escribir. Fueron llevados por Él para que lo que escribieran fuera exactamente lo que el Espíritu Santo intentó que se encontrara allí. Lo que escribieron fue, en un sentido muy real, no sus palabras; fue la misma palabra de Dios. (11)
Perspectivas modernas de la inspiración
Entonces, ¿cuál es el enfoque contemporáneo a la Escritura? Algunos teólogos modernos quieren permitir la inspiración continua y la revelación actualizada. Por lo menos uno, Dewey Beegle, cree que algunos de los himnos clásicos de la iglesia fueron inspirados de la misma manera que la Escritura. Él ha escrito, -Algunos de los grandes himnos son prácticamente a la par con los Salmos, y uno puede estar seguro que si Isaac Watts, Charles Wesley, Augustus Toplady, y Reginal Heber hubieran vivido en el tiempo de David y Salomón, y fueran inspirados no más de lo que eran en su propio día, algunos de sus himnos de alabanza a Dios hubieran sido parte del canon hebreo-. (12)
Beegle se refiere en particular a la experiencia de George Matheson, un pastor escoses ciego quien escribió “Oh Love That Will Not Let Me Go” [“O amor que no me deja”] durante un tiempo de una gran angustia personal. Durante la tarde de la boda de su hermana menor, Matheson vívidamente recordó de la agonía que había sufrido veinte años antes cuando su prometida lo había rechazado porque había sabido que iba a ser ciego. Matheson escribió ese himno en sólo unos minutos, aunque clama que no tenía ningún sentido de ritmo. De acuerdo con Matheson, no lo cambió ni corrigió “Oh Love That Will Not Let Me Go” [“O amor que no me deja”]; vino –como una aurora desde arriba-.
Beegle cree que la experiencia de George Matheson fue
-la clase de inspiración de la cual fueron hechos los Salmos. No hay diferencia en clase. Si hay una diferencia, y fue en cuestión de grado. Cuando los escritores bíblicos sirvieron como canales de revelación de Dios, necesitaron más ayuda divina, pero la inspiración no fue distinta en calidad de la que es dada a todo mensajero de Dios a través de la historia. Lo que distingue la Biblia es su registro de la revelación espiritual, no una clase distintiva de inspiración. (13)
Beegle cree que el canon de la Escritura nunca ha sido cerrado. (14) Ha escrito, -La revelación e inspiración del Espíritu de Dios continúa…Por esta razón no hay base al considerar que todos los escritores y editores bíblicos son cualitativamente diferente de los intérpretes post-canónicos- (15) Continúa,
Si la iglesia tuviera un sentido más dinámico de la inspiración de Dios en el siglo veinte, sería más efectiva en su ejemplo y alcance. Está muy bien proteger el carácter distintivo de la Biblia, pero pensar solamente en términos de su inspiración como absolutamente diferente en clase de la inspiración en nuestro tiempo, es un precio muy alto para pagar. Los cristianos de hoy necesitan tener el mismo sentido de ser motivados por Dios y enviados por Dios como los escritores e intérpretes bíblicos. En un sentido genuino, la dificultad del registro de Dios de la revelación a esta edad compleja, requiere tanto el respirar y sabiduría de Dios como el proceso de interpretación en los periodos bíblicos-. (16)
En efecto, eso es precisamente lo que creen los carismáticos. Sin embargo, la verdad es que no hay manera de –proteger el carácter distintivo de la Biblia- si Dios está inspirando nueva revelación hoy en día. Si el canon sigue abierto, y si Dios sigue dando nuevas profecías, nuevas canciones, y nuevas palabras de sabiduría, debemos seriamente compilar y estudiar estas revelaciones más recientes junto con la Escritura – y aún más diligentemente, ya que hablan expresamente a nuestro tiempo y cultura.
Algunos carismáticos actualmente razonan de esa manera. (17) Pero es un error de la peor clase. El canon no está abierto. La Palabra de Dios, compuesto del Antiguo y Nuevo Testamento, es un milagro único. Se compuso sobre un periodo de 1,500 años. Más de cuarenta hombres de Dios, profetas y apóstoles, escribieron las palabras de Dios – cada jota y tilde – sin error y en perfecta harmonía. Ningún himno merece ser comparado a la Escritura. Ninguna profecía moderna ni palabra de sabiduría está aún en el mismo reino con la Palabra eterna de Dios. El cielo y la tierra pasaran; la Palabra de Dios siempre estará (Mat. 5:18).
¿Revelación progresiva?
Los carismáticos luchan al explicar cómo la supuesta revelación que reciben a través de lenguas, profecías y visiones encaja con la Escritura. J. Rodman Williams, como hemos visto, clama que este fenómeno carismático es simplemente manifestaciones nuevas de lo que sucedió en tiempos bíblicos: -Es bueno saber… si uno dice –Así dice el Señor- y se atreve a dirigirse a la congregación en primera persona—aún yendo más allá de las palabras de la Escritura—que esto ocurría hace mucho tiempo atrás. (18) Su explicación de los carismas aumenta a un argumento para la revelación “progresiva” o “continua”: -En el Espíritu la congregación presente es tanto el sitio de la presencia vital de Dios como cualquier otro registro bíblico. En verdad, a la luz de lo que ya hemos aprendido de los testigos de antes, y tomamos de corazón, podemos esperar nuevas cosas que ocurran en nuestro día y días que vienen-. (19) Williams siguió describiendo cómo ocurre la nueva revelación. Puso gran énfasis en el “don de profecía”:
Dios habla a través de la profecía. ¡Es así de simple, y profundo, y asombroso! Lo que sucede en la congregación es que la Palabra puede ser proclamada de repente por cualquier persona presente, y así, diversamente, un “así dice el Señor” se presenta en la congregación. Usualmente es en primera persona (aunque no siempre), tal como -Estoy contigo para bendecirte…- y tiene la franqueza de un encuentro de “Tú-Yo”. No viene en un “lenguaje celestial”, pero en el idioma nativo de la persona que está hablando y con sus inflexiones, cadencias y modales de costumbre. En verdad, la declaración puede ser tosca y agramatical; puede ser una mezcla de “Reina Valera” y moderno; puede fallar como también fluir bien – eso no importa mucho. Porque en la profecía Dios usa lo que encuentra, y a través de débiles instrumentos humanos el Espíritu habla la Palabra del Señor…
Todo esto – para repetir—es muy sorprendente y asombroso. Muchos de nosotros por supuesto estamos familiarizados con las expresiones proféticas registrados en la Biblia, y estamos dispuestos a aceptarlas como la Palabra de Dios. Estuvimos acostumbrados cuando Isaías o Jeremías declaraban “así dice el Señor”, ¡pero escuchar a un Juan o María hoy, en el siglo veinte, hablar de la misma manera! Muchos de nosotros también nos hemos convencido que la profecía terminó con el periodo del Nuevo Testamento (a pesar de toda la evidencia del Nuevo Testamento a lo contrario), hasta que de repente a través del empuje dinámico de la profecía del Espíritu Santo se aviva de nuevo. ¡Ahora nos preguntamos cómo hemos malinterpretado el Nuevo Testamento por tanto tiempo! (20)
Eso es equivalente a decir que las instancias presentes de la profecía carismática son revelación divina igual a la Escritura. Tal declaración es preocupante porque las posibilidades del fraude y el error por “profetas” de hoy son obvias. Williams reconoce ese peligro y escribió:
Por ningún medio la profecía puede ser tomada casualmente. Porque es verdaderamente el mensaje de Dios a Su gente, debe haber una consideración seria y cuidadosa dada a cada palabra dicha, y aplicación hecha en la vida de la congregación. También por el peligro muy presente de la profecía siendo abusada—la pretensión de tener una palabra de Dios—hay necesidad para el discernimiento espiritual. (21)
Aunque Williams admite los riesgos, en ninguna parte de su libro habló de cómo se tenía que hacer esta “consideración cuidadosa” o el “discernimiento espiritual” para distinguir lo falso de lo verdadero.
Es posible que Williams después se diera cuenta de los problemas que había causado, porque intentó clarificar sus pensamientos en el Logos Journal.
No tengo la intención de en alguna manera posicionar la experiencia contemporánea al mismo nivel de la autoridad de la Biblia. En vez de ello, vigorosamente afirmo la decisiva autoridad de la Escritura; por lo tanto, Dios no habla tan autoritativamente hoy como lo habló a los autores bíblicos. Pero sí continua hablando (No paró cuando se cerró el canon del Nuevo Testamento); así que él “se mueve a través y más allá de los registros de los testigos del pasado”, pues es un Dios viviente quien aún habla y obra entre Su pueblo. (22)
Esta explicación falla para resolver el asunto. La distinción entre la autoridad bíblica y la revelación adicional parece ser artificial. ¿Será que algunas palabras de Dios son menos autoritativas que otras?
El hecho es que la perspectiva de Williams es indistinguible de la posición neo-ortodoxa explicada por Dewey Beegle. Si el evangelicalismo permite que esa perspectiva tome control, la unicidad de la Escritura será sacrificada, y la base para todo lo que creemos será comprometida. Eso es precisamente lo que está sucediendo hoy. Por la influencia que está creciendo de la enseñanza carismática, la mayoría de la iglesia puede equivocadamente abandonar su piedra angular: Sola Scriptura, el principio que la Palabra de Dios es la única base para la autoridad divina.
Una vez que una congregación vea la Escritura como menos que la autoridad final, completa e infalible para la fe y la práctica, abre las puertas para el caos teológico. Cualquiera puede clamar estar proclamando la revelación de Dios—y casi cualquier cosa puede ser una verdad divinamente revelada. Y esté seguro, que algunos de los líderes carismáticos más conocidos han abusado de la confianza de la gente, clamando que han recibido una nueva verdad de Dios, cuando lo que verdaderamente están enseñando son mentiras y fabricaciones personales.
Tal vez el ejemplo más desvergonzado de esto es la “profecía” ampliamente publicada por Kenneth Copeland. Él clama que Jesús le dio un mensaje -durante una campaña de victoria de tres días dado en Dallas, Texas- (23) Juzgue por usted mismo si esto puede ser un mensaje de la Escritura dado por el Cristo:
Es tiempo para que estas cosas sucedan, dice el Señor. Es tiempo para que la actividad espiritual aumente. Oh, sí, actividad demoníaca aumentará al mismo tiempo. Pero no permitas que te moleste.
No te molestes cuando la gente te acuse de pensar que eres Dios. No te molestes cuando la gente te acuse de tu manera de vivir fanática. No te molestes cuando la gente te falle y hable ásperamente y brutalmente de ti. Hablaron de mí de esa manera, ¿no hablarán así de ti?
Conforme vas siendo más como Yo, más pensarán de esa manera de ti. Me crucificaron por clamar que era Dios. Pero no clamé que era Dios; solamente clamé que caminé con Él y que Él conmigo. Aleluya. Eso es lo que está haciendo. (24)
La “profecía” de Copeland claramente es falsa. El verdadero Jesús del Nuevo Testamento- sí clamó que era Dios; usando el nombre del pacto de Dios, le dijo a los líderes judíos, -De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy- (Juan 8:58).
¿Es Copeland un profeta genuino o será uno de los que Pedro mencionó cuando advirtió, -Hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató- (2 Ped. 2:1)? La respuesta obvia a esa pregunta es nebulosa, sólo para aquellos quienes no están seguros si las “profecías” modernas deben sustituir la Palabra de Dios. No todas las profecías y visiones carismáticas están claramente en conflicto con la Escritura. Algunos son mera frivolidad. Larry Lea escribió,
Hace varios años uno de mis amigos queridos que es pastor dijo, -Larry, cuando estuve orando por ti el otro día, tuve una visión. Te vi con orejas grandes de “Mickey Mouse”. Todo lo demás era normal excepto esos oídos de medida elefante. Cuando le pregunté al Señor lo que significaba esta visión, el Espíritu del Señor me habló diciendo: “Larry Lea ha desarrollado su oír. Ha desarrollado sus oídos espirituales”. – (25)
Los carismáticos han abandonado la unidad de la Escritura como la única Palabra de Dios, y el resultado es un gratis-para-todos espiritual. Un anhelo por algo nuevo y esotérico, que ha reemplazado la confianza establecida de la cristiandad histórica en la Palabra de Dios –y esa es una invitación a la falsificación de Satanás. La confusión, el error, y aún la decepción satánica son los resultados inescapables.
Melvin Hodges es un pastor carismático quien admitió sus reservaciones fuertes sobre las revelaciones “nuevas”:
Hoy, algunas personas tienden a magnificar los dones de la profecía y revelación por sus propias proporciones. Han ocurrido instanciasen donde una iglesia misma ha permitido ser gobernada por los dones de inspiración. Los diáconos han sido nombrados y pastores removidos o instalados a través de la profecía. Y esto ha dado como resultado el caos. La causa es obvia. La profecía nunca fue para usurpar el lugar de los ministerios de gobierno o de un don de una palabra de sabiduría. Pablo nos enseña que el cuerpo no es hecho de sólo un miembro pero de muchos, y si la profecía usurpa el papel de la palabra de sabiduría o la palabra de conocimiento, el cuerpo entero es dominado por un ministerio, eso es, la profecía. En otras palabras, el cuerpo entero es gobernado por un miembro profético…
La idea que la voz de la profecía es infalible, ha confundido a muchas personas. Algunos han sentido que es pecado cuestionar lo que consideran ser la voz del Espíritu. Sin embargo, en el ministerio de todos los dones hay una cooperación entre lo divino y lo humano.- (26)
Note que Hodges habla de “los dones de profecía y revelación”. Es evidente que cree que Dios da nueva revelación hoy. Al mismo tiempo, obviamente reconoce que tales expresiones llamadas proféticas crean problemas en la iglesia. A través de lo que dijo, asiduamente, evita concluir que “el don de profecía” carismática es en cualquier manera menos autoritativa que la Escritura. Aún así quiere advertir a los carismáticos contra tomar las profecías modernas muy seriamente o de poner mucho énfasis en ellas. Está buscando una manera para resolver la confusión, pero no hay manera. Cuando una “expresión profética” se iguala en cualquier grado con la “revelación divina”, el resultado es un desorden sin esperanza. La Escritura pierde su unidad, y todos los resultados dañinos que Hodges describe son seguros de ocurrir.
No todos los carismáticos están de acuerdo que el problema de abusos proféticos es uno de sobre énfasis. Algunos lo culpan en el ignorante mal uso del don. Su respuesta al problema es de ofrecer entrenamiento. Un grupo ha empezado una “escuela de profetas”. Su apelación a estudiantes dice, en parte,
Es probable que sientas que has sido llamado a ser un oráculo del Señor, y has tenido dificultad en explicar tus experiencias o en encontrar a alguien con quien te puedes relacionar y de quien aprender. La escuela de profetas es diseñada para ayudar a establecer y traer claridad a la miríada de sueños y visiones que son el sello de los ministerios de profeta y vidente y para ayudar en la restauración del ministerio profético en el Cuerpo de Cristo. Hay muchos que han sido desilusionados y desencantados con el ministerio de profecía, por los abusos y el uso ignorante del don. No mojes al niño con el agua del baño, porque si has tenido una experiencia amarga de la falsificación, reconoce que hay una realidad por descubrir…Abusos y representaciones malas y falsas ocurren simplemente por la abominación de la ignorancia. ¡Ven y sé entrenado en la Escuela de profetas para que puedas estar apropiadamente preparado para cumplir el destino que Dios ha escogido para ti! (27)
Eso me parece ser un avance singular al problema de la profecía falsa. ¿Puede una escuela enseñarles a profetas neófitos a usar su “don”? ¿La gente puede ser enseñada a establecer y dar claridad a sus sueños y visiones? ¿Es la distinción entre la profecía verdadera y falsa simplemente una cuestión de educación—de entrenamiento?
Creo que no. La profecía falsa es apenas un pecadillo. Dios le dijo a los Israelitas, -Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor- (Ezeq. 13:9).
La ley prescribe un remedio severo para los profetas falsos:
El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él (Deut. 18:20-22; cf. 3:1-5).
Ninguna segunda oportunidad fue ofrecida. Un falso profeta—cualquiera que profesaba algo que no sucediera—fue condenado a muerte. Es una cuestión seria clamar y hablar en nombre del Señor.
Sin embargo, algunos carismáticos creen que cualquier creyente que quiera puede obtener revelación de Dios. La misma copia de Charisma donde se encontró el anuncio de arriba también ofreció un álbum de casetes prometiendo a enseñar a los creyentes “Cómo escuchar la voz de Dios”. El anuncio afirma, – Es la herencia de todo creyente escuchar la voz de Dios para toda necesidad y cada situación-. Jerry Hester, el narrador, ofreció “seminarios de escuchar”, y clama que – instruirá cómo hablar con Dios a un nivel de conversación íntima las 24 horas al día! (28)
Evidentemente, si quieres declarar una revelación privada de Dios, puedes ir a la Escuela de profetas; si solamente quieres recibir una revelación privada de Dios, puedes ir al Seminario de audio y escuchar.
Todo eso tiene el efecto desafortunado de llevar a los cristianos lejos de la Escritura, la cual es fiable, y enseñarles a buscar verdad por medio de medios subjetivos—conversaciones privadas con Dios, profecías, sueños y visiones. Esto deprecia la Palabra eterna e inspirada y causa que la gente vea más allá de la Biblia hacia formas más íntimas y novatas de revelación de Dios. Es probablemente la tendencia más insalubre y destructiva del movimiento carismático, como lo nota René Pache:
La preeminencia excesiva dada al Espíritu Santo en sus devociones y sus preocupaciones con los dones, éxtasis, y “profecías” ha tendido a la negligencia de las Escrituras. ¿Por qué ser ligado a un Libro del pasado cuando uno se puede comunicar diariamente con el Dios viviente? Pero esto es exactamente el punto de peligro. Aparte del control constante de la revelación escrita, muy pronto nos encontramos envueltos en la subjetividad; y el creyente, aunque tenga las mejores intenciones, puede ahogarse rápidamente en sus desviaciones, iluminismo o exaltación. Cada uno se debe acordar de la prohibición de tomar cualquier cosa fuera de la Escritura o de agregar cualquier cosa (Deut. 4:2; Apoc. 22:18-19). Casi toda herejía y secta se ha originado en una supuesta revelación o en una experiencia nueva de parte de su fundador, algo fuera del marco estrictamente bíblico. (29)
El canon está cerrado
La verdad es, no hay una revelación más íntima que la Escritura. Dios no necesita dar revelación privada para ayudarnos a caminar con Él. –Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra– (2 Tim. 3:16-17, énfasis agregado). La Escritura es suficiente. Ofrece todo lo que necesitamos para cada buena obra.
Los cristianos en ambos lados del la cerca carismática deben darse cuenta de la verdad vital: La revelación de Dios está completa por ahora. El canon de la Escritura está cerrado. Conforme el apóstol Juan escribió las últimas palabras del último libro del NT, dio esta advertencia: -Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro- (Apoc. 22:18-19). Entonces el Espíritu Santo agregó a la doxología y cerró el canon.
Cuando fue cerrado el canon del AT después del tiempo de Esdras y Nehemías, pasaron cuatrocientos “años de silencio” sin que ningún profeta hablara la revelación de Dios de cualquier forma. Ese silencio fue quebrado por Juan el bautista conforme Dios habló de nuevo antes de la era del NT. Entonces Dios movió a varios hombres a registrar los libros del NT, y el último de ellos fue Apocalipsis, también el último libro de nuestras Biblias. Para que en el siglo segundo después de Cristo, el canon completo exactamente como lo tenemos hoy fue reconocido popularmente. Concilios de iglesias en el siglo cuatro verificaron e hicieron oficial lo que la iglesia ha afirmado universalmente: que los sesenta y sies libros en nuestras Biblias son la única verdadera Escritura inspirada por Dios. El canon está completo.
Así como el cierre del canon del AT fue seguido por silencio, así el cierre del NT ha sido seguido por una ausencia total de nueva revelación de cualquier forma. Ya que el libro de Apocalipsis fue completo, ninguna profecía nueva escrita o verbal ha sido reconocida universalmente por cristianos como verdad divina de Dios.
Cómo el canon bíblico fue escogido y cerrado
Judas 3 es un pasaje crucial sobre la totalidad de nuestras Biblias. Esta declaración, escrita por Judas antes que el NT fuera completado, sin embargo miró hacia el futuro a la realización del canon entero: -Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos- (Judas 3). En el texto griego el artículo determinado precediendo “fe” apunta a una y sólo la fe. No hay otra. Tales pasajes como Gálatas 1:23 (“Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe”) y Timoteo 4:1 (“En los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe”) indican que este uso objetivo de la expresión “la fe” fue común en tiempos apostólicos.
El erudito griego Henry Alford escribió que la fe –aquí es objetiva: el resumen de aquellos que creen, los cristianos-. (30)
Tome en cuenta la frase crucial “una vez” en Judas 3. La palabra griega aquí es hápax, que se refiere a algo hecho por todo tiempo, con resultados duraderos, nunca necesitando repetición. Nada necesita ser agregado a la fe que ha sido enviada “una vez”. George Lawlor, quien ha escrito una obra excelente sobre Judas, hizo los siguientes comentarios:
La fe cristiana es inmutable, que no significa que todo hombre y mujer de cada generación no deben encontrarle, experimentarla, y vivirla; pero sí significa que cada doctrina nueva que surge, aunque su legitimidad pueda ser plausiblemente afirmada, es una doctrina falsa. Toda declaración para transmitir alguna revelación adicional a aquello que ya ha sido dada por Dios en su cuerpo de verdad son declaraciones falsas y deben ser rechazadas-. (31)
También muy importante en Judas 3 es la palabra “dada”. En el griego es un participio pasivo aoristo, que en este contexto indica un hecho completado en el pasado sin elemento continuo. En esta instancia la voz pasiva significa que la fe no fue descubierta por los hombres, pero dada a hombres por Dios.
Y así a través de las Escrituras Dios nos ha dado un cuerpo de enseñanza que es final y completa. Nuestra fe cristiana descansa en una revelación objetiva histórica. Eso niega toda profecía, videntes, y otras formas de nueva revelación hasta que Dios hable otra vez a la venida de Cristo (cf. Hechos 2:16-21; Apoc. 11:1-13).
Entretanto, La Escritura nos advierte a tener cuidado de los profetas falsos. Jesús dijo que en nuestra época –se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos- (Mat. 24:24). Señales y prodigios no son prueba que una persona hable por Dios. Juan escribió, – Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo- (1 Juan 4:1).
Al final, la Escritura es la prueba de todo; es el estándar del cristiano. De hecho, la palabra canon significa “una regla, estándar o vara de medir”. El canon de la Escritura es la vara de medida de la fe cristiana, y está completo.
Por supuesto, a través de la historia libros espurios han sido ofrecidos como Escritura genuina. Por ejemplo, la Biblia Católica Romana incluye la Apócrifa. La Iglesia Católica Romana acepta estos libros como la Escritura, pero es claro que no lo son. (32) Contienen errores en historia, geografía y teología.
Aunque Jerónimo (345-419) claramente fue una portavoz para excluir los libros apócrifos, algunos de los padres de la primera iglesia (más notable Agustín) no los aceptó, aunque no necesariamente a la par con el AT Hebreo. Finalmente, en el siglo dieciséis, los reformadores afirmaron Sola Scriptura, la verdad que la Biblia sola es revelación autoritativa, y así niega un lugar a la Apócrifa entre los escritos inspirados. La iglesia Romana reaccionó en contra de los Reformadores en el concilio de Trento (1545-63) declarando que toda la Apócrifa era canónica. Los protestantes y los católicos han mantenido la disparidad hasta el tiempo presente.
El canon del AT fue aprobado en general por la gente de Dios desde el tiempo que el último libro del AT fue escrito. ¿Cómo sabían los judíos cuales libros eran inspirados? Escogieron los libros escritos por aquellos conocidos como las portavoces de Dios. Estudiaron los libros cuidadosamente y no encontraron errores históricos, geográficos o teológicos. Los cristianos en la primera iglesia aplicaron exámenes similares para probar cuales libros del NT eran auténticos o cuáles no. Un examen clave fue autoría apostólica. Cada libro del NT tuvo que haber sido escrito por un apóstol o un asociado cercano de los apóstoles. Por ejemplo, Marcos, quien no es un apóstol, fue compañero de Pedro. Lucas, quien no era apóstol, trabajó cerca con el apóstol Pablo.
Un segundo examen usado por la primera iglesia fue el contenido. Hechos 2:42 nos dice que la primera vez que se reunió la iglesia, perseveraba en la oración, en la comunión los unos con los otros, en el partimiento de pan, y en la doctrina de los apóstoles. Después, en considerar cuales escrituras eran de ser reverenciadas como Escritura, se preguntaron, -¿Está de acuerdo con la doctrina apostólica?- Ese examen fue muy importante por todos los herejes que intentaron entrar a la iglesia. Pero sus errores doctrinales fueron muy fácilmente encontrados porque contradecían la enseñanza de los apóstoles.
Un tercer examen fue la respuesta de las iglesias. Si la gente de Dios lo aceptaba, lo usaba para la adoración, y lo hacía parte de sus vidas, y si cristianos fueran universalmente enseñados a enseñar y bendecir por el libro, ese fue otra estampa de aprobación importante.
Ya para el año 404 después de Cristo la versión de la Vulgata Latina de la Biblia fue completa. Fue la primera traducción conocida de los sesenta y seis libros de la Biblia. Eran los mismos libros que todavía tenemos en nuestras Biblias modernas. Dios habló una vez, y Su Palabra ha sido preservada a través de todos estos siglos. (33)
Desde el tiempo de los apóstoles hasta el presente, la iglesia verdadera siempre ha creído que la Biblia está completa. Dios ha dado Su revelación, y ahora la Escritura está terminada. Dios ha hablado. Lo que dio es completo, eficaz, suficiente, inerrante, infalible, y autoritativo. Intentos a agregar a la Biblia, y declaraciones de más revelación de Dios siempre han sido característicos de herejes y cultistas, no de la verdadera gente de Dios. Aunque los carismáticos niegan que estén intentando agregar a la Escritura, sus perspectivas sobre las expresiones proféticas, dones de profecía y revelación hacen eso mismo. Conforme agregan—aún involuntariamente—a la revelación final de Dios, socavan la unicidad y autoridad de la Biblia. Nuevas revelaciones, sueños, y visiones son considerados tan vinculantes en la consciencia de los creyentes como el libro de Romanos o el evangelio de Juan.
Algunos carismáticos suelen decir que la gente mal entiende lo que quieren decir por las expresiones proféticas y la nueva revelación. Ellos dirían que ningún esfuerzo se está haciendo para cambiar la Escritura o aún de igualarla. Lo que está sucediendo, asumen, es la clarificación de la Escritura conforme es aplicada o dirigida a un ajuste contemporáneo, tal como la profecía de Agabus en Hechos 11:28. (34)
La línea entre aclarar la Escritura y agregarle a ella es verdaderamente fina—muy angosta. Además, la Escritura no es aclarada escuchando a alguien que cree que tiene el don de profecía. La Escritura es clarificada conforme es estudiada cuidadosamente y diligentemente. (Vea la historia de Felipe y el eunuco etíope en Hechos 8:28-35). No hay ningún atajo para interpretar la Palabra de Dios de manera precisa (cf. Hechos 17:11; 2 Tim. 2:15).
Los cristianos no deben tratar con los temas de la inspiración y revelación a la ligera. Un exacto entendimiento de aquellas doctrinas es esencial para distinguir entre la voz de Dios y la voz del hombre. Como hemos visto, los hombres que profesaron hablar por Dios pero hablaban sus propias opiniones eran ejecutados bajo la ley del AT (Deut. 13:1-5). A los creyentes del Nuevo Testamento también se les insta a examinar los espíritus y juzgar todas las supuestas profecías, rechazando a los profetas falsos y herejes (1 Juan 4:1; 1 Cor. 14:29).
Siempre ha sido importante poder separar la Palabra de Dios de aquello que es falso. Dios obró a través de un proceso histórico para establecer la autenticidad del canon, para que la iglesia entera pudiera tener un estándar claro. Si ahora tiramos ese estándar histórico y lo redefinimos en la inspiración y revelación, socavamos nuestra propia habilidad de recibir la verdad de Dios. Si subvertimos la unicidad de la Biblia, no tendremos manera de distinguir entre la voz de Dios y de los hombres. Eventualmente, cualquiera va a poder decir algo y clamar que es Palabra de Dios, y nadie va a tener el derecho de negarlo. Estamos peligrosamente muy cerca a esa situación aún hoy.
El Espíritu Santo sí está obrando poderosamente en la iglesia hoy, pero no en la manera que piensan muchos carismáticos. El papel del Espíritu Santo es de empoderarnos a predicar, enseñar, escribir, hablar, testificar, pensar, servir y vivir. Sínos dirige hacia la verdad de Dios y nos dirige hacia la voluntad de Dios para nuestras vidas. Pero lo hace a través de la Palabra de Dios, nunca aparte de ella. Referirnos al ministerio de liderazgo y apoderamiento del Espíritu Santo como inspiración o revelación es un error. Usar la frase tal como “Dios me habló”, o “Esta no fue mi idea; el Señor me la dio”, o “Estas no son mis palabras, pero un mensaje que recibí del Señor” confunde el asunto de la dirección del Espíritu en la vida de los creyentes hoy.
Imitar esa clase de confusión sigue en las manos del error que niega la unicidad y autoridad absoluta de la Escritura. Los términos y conceptos de Efesios 5:18-19 y 2 Pedro 1:21 no deben ser mezclados. Siendo lleno con el Espíritu y hablar el uno al otro con salmos e himnos no es lo mismo que ser movido por el Espíritu Santo para escribir la Escritura inspirada.
1 1. Stephen Strang, “Oral Roberts: Victory Out of Defeat” [“Oral Roberts: Victoria de la derrota”], Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana]15/5 (December 1989) 88.
2 2. “The Tapes That Are Healing the Nations” [“Los casetes que están sanando a la nación”] (advertisement), Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana] (October 1988):69.
3 3. Ocasionalmente, uno de los libros “inspirados” encuentra un Editor. El libro de David Wilkerson, La Visión (Old Tappan, N.J.: Spire, 1974) es un claro ejemplo. El libro subtitulado Una profecía conmovedora de la venida del Armageddon. -Muy dentro de mi corazón estoy convencido que este es una visión de Dios, que es verdad, y que sí sucederá-, escribió Wilkerson (12). Pero no sucedió. Wilkerson predijo, -La naturaleza liberará toda su furia con intensidad creciente sobre la próxima década. Habrá periodos cortos de alivio, pero casi todos los días la humanidad será testigo de la ira de la naturaleza en algún lugar del mundo- (36). Wilkerson predijo un terremoto cataclísmico que empezará un pánico en algún lugar en los Estados Unidos — -el más desastroso y grande de toda la historia- (32). Preveía muchas calamidades incluyendo una calamidad financiera por todo el mundo. Probablemente lo más irónico de todo, Wilkerson predijo una diminución de las doctrinas del “pensamiento positivo”. (25)
Recientemente recibí otro libro supuestamente inspirado por correo. Un respaldo en la portada del libro, escrito por Dr. T.L. Lowery, pastor de National Church of God en Washington, D.C., dice, -Diferente a otros libros, creo que el Espíritu Santo ha traído consigo esta escritura para este tiempo y la eternidad. Las experiencias y el mensaje son de mucha importancia para el cuerpo de Cristo. Creo que la unción de Dios se apoya sobre este libro y servirá a cada persona quien lee su contenido-. Claramente, Pastor Lowery cree que el libro está a la par con la Escritura. Pero hojee el libro de 171 páginas y encontré que está lleno de especulaciones, fantasías extrañas, y mucha enseñanza que es inconsistente con la Escritura (Mary Kathryn Baxter, Una revelación divina del infierno [Washington: National Church of God, n.d.]).
4 4. Jack Hayford, “Pentecostals Set Priorities” [“Pentecostales establecen prioridades”], Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana] (January 1991):44.
5 5. “The Strongman of Greed” [“El Hombre fuerte de la codicia”], Charisma (March 1991):40 (emphasis in original).
6 6. Kenneth E. Hagin, The Glory of God [La Gloria de Dios] (Tulsa, Okla.: Faith Library, 1987) 14-15 (emphasis added).
7 7. Ibid., 15-16.
8 8. Ibid., 16.
9 9. J. Rodman Williams, The Era of the Spirit [El Era del Espíritu] (Plainfield, N.J: Logos, 1971) 16.
10 10. Edward N. Gross, Miracles, Demons, & Spiritual Warfare [Milagros, demonios, y guerra spiritual] (Grand Rapids: Baker, 1990) 150-52.
11 11. Thomas A. Thomas, The Doctrine of the Word of God [La Doctrina de la Palabra de Dios] (Philadelphia: Presbyterian and Reformed, 1972) 8-9. 12 12. Dewey Beegle, The Inspiration of Scripture [La inspiración de la Escritura] (Philadelphia: Westminster, 1963) 140 (emphasis in original).
13 13. Ibid., 141.
14 14. Dewey Beegle, Scripture, Tradition, and Infallibility [La Escritura, tradición e infabilidad] (Grand Rapids: Eerdmans, 1973) 308.
15 15. Ibid.
16 16. Ibid., 309.
17 17. Eso, extrañamente, es exactamente lo que un artículo reciente de Charismarecomienda: Para meditar en nuestras profecías personales, debemos grabarlas si es posible. Si alguien se nos acerca diciendo que él o ella tienen una palabra de Dios, debemos pedirle a la persona que se espere un momento hasta que podamos obtener una grabadora de audio, o pedirle a la persona que lo escriba. Si la palabra viene de alguien en el púlpito durante una reunión que no es sido grabada, debemos intentar escribir todo lo posible, por lo menos obteniendo los puntos mayores- (Bill Hannon (“Cómo recibir una profecía personal”), Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana] 16/9 [April 1991]:66).
18 18. Williams, Era of the Spirit 16 (énfasis agregado).
19 19. Ibid. (emphasis in original). (Énfasis en el original)
20 20. Ibid., 27-28.
21 21. Ibid., 29.
22 22. J. Rodman Williams, “The Authority of Scripture and the Charismatic Movement”, [La autoridad de la Escritura y el movimiento carismático], Logos Journal (May-June 1977):35.
23 23. Kenneth Copeland, “Take Time to Pray” [“Toma tiempo para orar”], Believer’s Voice of Victory [La voz del creyente de la victoria] (Feb. 1987):9.
24 24. Ibid.
25 25. Larry Lea, “Are You a Mousekateer?” “¿Eres un Mousekateer?” [sic], Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana] 14/1 (August 1988):9.
26 26. Melvin L. Hodges, Spiritual Gifts [Dones espirituales] (Springfield, Mo.: Gospel Publishing House, 1964) 19-20.
27 27. “Bernard Jordan Presents the Monthly School of the Prophet” [“Bernard Jordan presenta una escuela mensual del profeta”] (advertisement), Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana] 16/5 (December 1990):31.
28 28. “Do Only Prophets Hear God’s Voice? No!” [“¿Sólo los profetas escuchan la voz de Dios? ¡No!”] (advertisement), Charisma and Christian Life [Carisma y la vida cristiana] 16/5 (December 1990):112.
29 29. René Pache, The Inspiration and Authority of Scripture [La inspiración y la autoridad de la Escritura] (Chicago: Moody, 1969) 319.
30 30. Henry Alford, Alford’s Greek New Testament (London: Longmans and Company, 1894; reprint, Grand Rapids: Baker, 1980) 4:530.
31 31. George L. Lawlor, Translation and Exposition of the Epistle of Jude [La traducción y exposición de la epístola de Judas] (Philadelphia: Presbyterian and Reformed, 1972) 45.
32 32. For a helpful discussion of the Apocrypha, see Norman L. Geisler and William E. Nix, A General Introduction to the Bible Para más discusión útil sobre la Apócrifa, vea el libro de Norman L. Geisler y William E. Nix, Una Introducción general de la Biblia (Chicago: Moody, 1986) chaps. 15, 17.
33 33. For a more detailed treatment of the canon, see Geisler and Nix, Introduction; and F. F. Bruce, The Canon of Scripture Para un trato más detallado sobre el canon, vea el libro de Geisler y Nix, Introducción; y F.F. Bruce, El canon de la Escritura (Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1988).
34 34. It is not accurate to use Agabus or Philip’s daughters to support theories of continuing revelation, however, because they spoke while prophecies were still being given and the canon was still open.
Sin embargo, no es exacto usar a Agabus o a las hijas de Felipe para apoyar las teorías de la revelación continua, porque ellos hablaron mientras las profecías estaban siendo dadas y el canon estaba abierto.
[1]The Master’s Seminary. (2003; 2006). Master’s Seminary Journal Volume 14(vnp.14.2.217-14.2.234). The Master’s Seminary.